Tuesday, February 16, 2010

TEORIA SISTEMICA DE DAVID EASTON












La vida política como sistema abierto y adaptable.

El sistema político conforma un particular tipo de vida social que EASTON denomina "vida política". Esta es definida como una serie compleja de procesos mediante los cuales ciertos tipos de insumos o demandas (inputs) se convierten en tipos de productos o respuestas (outputs) que podemos denominar POLÍTICAS AUTORITARIAS o PUBLICAS, decisiones y acciones ejecutivas. En este sentido, el sistema político es un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias está expuesto permanentemente, el cual se caracteriza por ser adaptativo, autorregulador y auto-transformador.

Variables esenciales de la Vida Política.


EASTON considera que los sistemas políticos para que puedan ser persistentes deben cumplir exitosamente dos funciones básicas:


Asignar valores para una sociedad; y
Lograr que la mayoría de sus miembros acepten esas asignaciones como obligatorias, al menos la mayor parte del tiempo (legitimidad).




Esas dos funciones constituyen las variables esenciales de la vida política de una sociedad. En el sistema político chileno, por ejemplo, la primera variable se encuentra presente en el capítulo primero de la Constitución Política (Bases de la Institucionalidad) en el cual se asignan algunos valores que deben regular la vida política de la sociedad chilena, referidos a la libertad, igualdad, el bien común como fin del Estado, etc.

Perturbaciones y Tensiones del Sistema Político.


Los sistemas políticos, por ser sistemas abiertos, se encuentran expuestos permanentemente a las influencias que ejercen los demás sistemas intra y extra-societales que conforman su medio. Estas influencias, llamadas perturbaciones, actúan sobre éste y lo modifican, produciendo muchas veces tensión (o tensiones) en el sistema.


Sobre el particular, Easton señala: "Podemos decir que se produce tensión cuando existe peligro de que (las variables esenciales) sean impulsadas mas allá de lo que cabe denominar su margen crítico. Esto significa que algo puede estar ocurriendo en el ambiente: el sistema sufre una derrota total a manos de un enemigo; o bien una grave crisis económica provoca una vasta desorganización y gran descontento. Supongamos que, como consecuencia de ello, las autoridades se muestran incapaces de tomar decisiones, o bien las decisiones que adoptan no son aceptadas regularmente como obligatorias. En estas circunstancias ya no resulta posible la asignación autoritaria de valores, y la sociedad se hunde por carecer de un sistema de conducta que le permita desempeñar una de sus funciones vitales. En este caso no podemos menos que aceptar la interpretación de que el sistema político está sometido a una tensión tan grave que todas las posibilidades de persistencia de un sistema para esa sociedad desaparecen".


No obstante, la frecuencia de interrupción de un sistema político generada por perturbaciones del medio no es tan completa, por muy grande que sea la tensión al que se encuentre sometido. Para EASTON, suele suceder que aunque exista mucha tensión, el sistema político siga persistiendo. "Por grave que sea la crisis, las autoridades pueden tomar quizá ciertas decisiones y lograr que sean aceptadas al menos con una frecuencia mínima, de modo que sea posible abordar algunos de los problemas sujetos de ordinario a arreglos políticos (...) En conclusión, como hemos visto, todo Sistema Político tiene capacidad de hacer frente a la tensión ejercida sobre sus variables esenciales, aunque no siempre lo logra: puede desmoronarse, precisamente, por no adoptar las medidas apropiadas para manejar la tensión inminente. Pero lo primordial es su capacidad de responder a la tensión. La clase de respuesta realmente adoptada (si se produce alguna) servirá para evaluar la probabilidad de que el sistema sea capaz de alejar el peligro".

Variables de enlace entre el Sistema Político y otros Sistemas.


Se ha dicho que el sistema político recibe toda clase de influencias o perturbaciones de otros sistemas intra y extra-societales, los cuales conforman su ambiente total. Estas perturbaciones pueden o no generarle tensión al sistema. Pero a la vez, los sistemas políticos, debido a su finalidad reguladora y controladora de la conducta social, también producen muchas perturbaciones a los demás sistemas societales, logrando generalmente modificarlos o, por lo menos, mantenerlos dentro un margen crítico.


EASTON describe y explica la manera cómo se comunican a un sistema político las posibles condiciones de tensión del ambiente, mediante el empleo de los conceptos de inputs (entradas) y outputs (salidas), propios de la Informática como ciencia derivada de la Teoría General de Sistemas. Estos inputs y outputs que generan los sistemas y a través de los cuales se interrelacionan, producen intercambios o transacciones que son capaces de atravesar los límites del sistema político.

Intercambios y Transacciones del Sistema Político.


Se denomina intercambio la reciprocidad de las relaciones del sistema político y de los demás sistemas del ambiente. Por ejemplo, es posible que en determinado momento el sistema económico demande del sistema político la expedición de medidas de regulación y control a un fenómeno o acontecimiento especulativo que esté generando o ponga en peligro de generar altos índices de inflación, lo cual afecta el equilibrio macroeconómico del mercado. Una vez ingresada esta demanda al sistema político, éste la procesa y expide medidas reguladoras y controladoras anti-inflacionarias, con lo cual se logra estabilizar el mercado (sistema económico) y a la vez cumplir con la meta fijada por la política económica del gobierno (sistema político). En este caso, ambos sistemas han intercambiado actuaciones, recursos y productos y se han beneficiado mutuamente de dicho intercambio.


Por otra parte, se denominan transacciones los efectos que producen las entradas (o inputs) de un sistema a otro (ya sea desde un sistema ambiental político, o al revés), sin importar la conducta reactiva que genere.


Para EASTON, es necesario identificar los intercambios del sistema político con los demás sistemas, a fin de reducir su inmensa diversidad a proporciones teórica y empíricamente manejables.

INSUMOS DEL SISTEMA POLÍTICO.


Se denomina "inputs" o "insumo" todos aquellos acontecimientos externos al sistema político que lo alteren, modifiquen o afecten de alguna manera. Los insumos o inputs más importantes son de dos clases: demandas y apoyos. Las fluctuaciones de estos dos tipos de inputs, determinan los efectos que trasmiten los sistemas ambientales al sistema político. Los inputs o insumos constituyen los componentes de ingreso (entradas) en el sistema, los cuales se van transformando hasta convertirse en productos (outputs o salidas).

Demandas intra y extrasocietales.


El sistema político, por su naturaleza abierta y finalística, recibe de manera permanente un inmenso cúmulo de influencias o exigencias (acontecimientos o perturbaciones) tanto de su propio medio sistémico, como de los demás ambientes intra y extra-societales, de cuya resolución depende su estabilidad y permanencia. Estos acontecimientos que perturban, alteran, modifican o afectan de alguna manera al sistema político, reciben el nombre de demandas.


Definición de "Demandas". Las demandas son proposiciones articuladas que se formulan a las autoridades para que se lleve a cabo alguna clase de asignación autoritaria. Por ejemplo, las exigencias que formulan anualmente los trabajadores de un país para que el Gobierno defina el monto del salario mínimo por encima del índice de la inflación registrado en el año inmediatamente anterior, constituye una demanda (laboral) que proviene del sistema económico y entra como un insumo al sistema político (a través de alguna instancia del sistema de gobierno) para que ésta la procese (tramite) y regule (resuelva) a través de una decisión política (asignación autoritaria). Igual acontece con las recurrentes exigencias (demandas) ciudadanas al Estado para que se solucionen problemas que tienen que ver con la prestación de los servicios públicos fundamentales como la educación, la salud, la justicia, la seguridad, el aseo público, el alumbrado público, etc.


Las autoridades de un sistema político deben estar en capacidad de satisfacer en cierta proporción las demandas que formulan los miembros de una sociedad. El no hacerlo, genera descontento social y tensión política al sistema, que pone en peligro su legitimidad y persistencia.


Canales de Entrada. Las demandas constituyen los principales insumos de un sistema político y, por tanto, uno de los elementos esenciales para que se produzcan los múltiples intercambios y transacciones que éste realiza con los demás sistemas ambientales. Es por eso indispensable que todo sistema político nacional o internacional cuente con suficientes y eficientes "canales de entrada" de las demandas a sus "aparatos" o instancias reguladoras, controladoras y resolutivas.


Los sistemas políticos contemporáneos cuentan con múltiples canales de "recepción" o ingreso de demandas societales, los cuales, en nuestro concepto, podemos clasificarlos de la siguiente manera:
Canales gubernamentales: son los que la Constitución Política y las leyes de un país crean y regulan al interior del sistema de gobierno para que los ciudadanos o la comunidad en general mantengan una permanente y fluida comunicación con las autoridades del Estado a fin de que les sean escuchadas y resueltas sus demandas. En el sistema político chileno, el derecho de petición a la autoridad sobre cualquier asunto de interés público o privado, sin otra limitación que la de proceder en términos respetuosos y convenientes, las acciones judiciales ante los organismos de justicia, la denuncia pública ante los organismos de control gubernamental, etc., son algunos de los mecanismos (o canales) a través de los cuales los ciudadanos demandan de las autoridades diversas decisiones relacionadas con sus derechos individuales o colectivos o con el cumplimiento de las finalidades propias del Estado.


Los canales gubernamentales generalmente se encuentran reglamentados en sus aspectos procedimentales (formalismos y trámites) y estructurales (instancias receptoras). Todos los sistemas de gobierno de los sistemas políticos cuentan con oficinas o dependencias burocráticas con funciones relacionadas con la detección de demandas latentes y manifiestas provenientes de sus ambientes societales, que reciben, procesan, almacenan y/o suministran las peticiones o demandas no solamente de los ciudadanos y demás miembros de la población del país, incluidas sus organizaciones, sino también de los miembros de la comunidad internacional (sistemas extra-societales). Igualmente los gobiernos cuentan con mecanismos a través de los cuales recogen estas demandas (audiencias públicas, concejos comunales, reuniones con gremios y organizaciones ciudadanas, comités inter-gremiales, mesas de trabajo, etc.).
Canales no gubernamentales. Son los que no hacen parte de la estructura político-jurídico-administrativa del Estado (Poder Público), pero que son creados de hecho o legalmente y operan en el sistema político de manera formal o informal, los que generalmente gozan de reconocimiento y aceptación por parte de las autoridades públicas. Los distintos medios de comunicación (prensa, radio, televisión, Internet, etc.); los partidos y movimientos políticos, los grupos de interés o de presión (gremios de la producción, sindicatos, movimientos sociales, etc.) y las distintas organizaciones cívicas de la llamada "sociedad civil" (ONGs, juntas de acción comunal, comités cívicos, escolares, religiosos, familiares, etc.), son canales no gubernamentales a través de los cuales se recepcionan, sistematizan, interpretan y presentan las "inquietudes" o demandas comunitarias y las convierten en propuestas programáticas que a su vez son presentadas a las autoridades estatales para que éstas produzcan respuestas autoritarias y resolutivas. Gracias a estos canales no gubernamentales, los sistemas políticos ingresan a sus instancias reguladoras y decisorias, gran parte de las demandas provenientes de sus ambientes intra y extra-societales, lo que les permiten controlar las variables perturbadoras y generadoras de inestabilidad a través de asignaciones autoritarias que muchas veces convierten en apoyos legitimadores.


No obstante, por muchos canales de entrada que pueda tener un sistema político para recibir información sobre las demandas de sus ambientes, o del propio ambiente político, estos siempre serán insuficientes, pues en algún punto, el sistema podrá presentar una sobrecarga de demandas, generándole tensión y desestabilización. Así, se considera que esa tensión generada por una sobrecarga de demandas se puede regular y ello se da cuando éstas se presentan como necesidades o deseos sociales. Allí debe intervenir la autoridad para que ellos actúen en ese punto que la demanda se convierte en propuesta política; es allí donde se puede producir la primera regulación. Así por ejemplo: los partidos y movimientos políticos controlan la cantidad de demandas presentadas al sistema. Entonces, el volumen o densidad de las demandas que entren a un sistema y empiecen a moverse hacia el punto del producto (las autoridades) dependerá de las características de estos guardianes de las vías de entrada.


Como quedó dicho, los partidos políticos, los grupos de interés (gremios, sindicatos, ONGs), líderes políticos, etc., se convierten regularmente en eficaces mecanismos de regulación y control de las múltiples demandas que recibe el sistema político. Gran parte de las actividades de estas organizaciones (que pertenecen al subsistema poblacional del sistema político y hacen parte de la llamada "sociedad civil"), invierten mucho tiempo y recursos en sintetizar y homogeneizar las demandas de sus miembros o afiliados para presentarlas a las autoridades en forma de propuestas programáticas, proyectos normativos, de inversión, etc., contribuyendo con ello a disminuir la sobrecarga de insumos que entran al sistema y por tanto a resolver las tensiones que ésta genera.

Apoyos al Sistema Político


Los sistemas políticos se legitiman en la medida que los miembros de la sociedad acepten y acaten voluntaria y conscientemente los mandatos de sus autoridades. Para ello deben obtener el apoyo de la comunidad a sus asignaciones autoritarias (políticas públicas, decisiones administrativas, operacionales, etc.). Por tal razón, los apoyos son también insumos que regularmente recibe el sistema político por parte de los miembros de la sociedad o de las propias autoridades, cuando éste es funcional o cumple con sus finalidades. En este sentido, los apoyos también pueden ser definidos como aquellas manifestaciones de respaldo o reconocimiento a la eficacia del gobierno por parte de los miembros de la sociedad nacional o internacional.


El respaldo que los gremios de la producción otorgan a una medida económica del gobierno; los referendos que legitiman una autoridad del sistema (como por ejemplo el que el pueblo venezolano le otorgó a su Presidente Hugo Chávez Frías en el año 2.004); los resultados de encuestas y sondeos de opinión a la gestión de una autoridad o a la eficacia de un programa gubernamental, etc., son ejemplos de apoyos que ingresan al sistema y lo legitiman. Igual sucede, por ejemplo, con la certificación que expide el gobierno estadounidense a otros gobiernos sobre el cumplimiento de las metas del programa de erradicación de cultivos ilícitos y lucha contra las drogas ilícitas, el cual puede verse como un apoyo a la gestión de dichos gobiernos proveniente del sistema político internacional (ambiente extra-societal).


La ausencia de apoyos ciudadanos e institucionales a las autoridades de un sistema político, muchas veces se convierte en fuente de peligrosas tensiones y de desestabilización política. Según EASTON, cuando el apoyo corre el peligro de disminuir por debajo del margen mínimo, hay tres formas de respuestas a saber:
La regulación estructural del apoyo. Son intentos de auto-transformación que realiza el sistema político para asegurar su persistencia frente a un peligro inminente de desorganización y caos, los cuales se traducen en cambios en la estructura y en los procesos de dicho sistema (por ejemplo, la expedición de una nueva Constitución Política que establece un nuevo orden político diferente al anterior).
El fomento del apoyo difuso. Los sistemas políticos utilizan muchos mecanismos para inculcar a sus miembros un alto grado de apoyo difuso apelando a sentimientos de legitimidad y sumisión, a fin de que éstos continúen vinculados a él por lealtad o afecto. La religión, la escuela y los medios masivos de comunicación, son algunos de los "aparatos" ideológicos que utilizan los sistemas políticos (los Estados) para alienar la voluntad de sus miembros (súbditos) y someterlos por la vía de la persuasión.
La regulación de las demandas a través de productos eficaces: los sistemas políticos deben contar con adecuadas estructuras reguladoras de las demandas que provienen de su medio, para convertirlas en productos (respuestas o outputs) que resuelvan lo que se demanda. Estas estructuras generalmente hacen referencia al sistema de gobierno como subsistema del sistema político (Congreso, ministerios, entidades descentralizadas, municipios, etc.). Cuando un producto que sale del sistema político satisface la demanda del medio que lo exige, se dice que dicho sistema es eficaz y por tanto funcional, lo que lo legitima y garantiza su persistencia.

PRODUCTOS DEL SISTEMA POLÍTICO


Se denominan "productos del sistema político" las salidas o expresión material de los objetivos del sistema. Son las respuestas a través de las cuales el sistema materializa sus fines y metas. También se pueden considerar como las acciones y decisiones de las autoridades a través de las cuales responden a las exigencias o demandas de los distintos ambientes intra y extra-societal. Son los llamados outputs de las autoridades.


Por ejemplo, cuando el gobierno, mediante un decreto presidencial, decide incrementar el salario mínimo legal mensual de los trabajadores atendiendo las exigencias de las centrales sindicales y los acuerdos llegados con el sector empresarial, esta decisión se convierte en un producto (output) que sale del sistema político e ingresa como inputs no solamente al sistema económico nacional, sino también al sistema familiar, afectándolos.


Igual acontece cuando el gobierno de una municipalidad, atendiendo demandas de su comunidad, contrata la construcción de una obra pública para resolver una tensión política generada por reclamos, denuncias, etc.


Los productos del sistema político deben concebirse como decisiones o asignaciones autoritarias de las autoridades para responder las múltiples demandas que le formulan los miembros de una sociedad.

EL CIRCUITO DE RETROALIMENTACIÓN EN LOS SISTEMAS POLÍTICOS


Las decisiones que adoptan las autoridades en respuesta a las demandas societales salen del sistema político y afectan de alguna manera a los demás sistemas intra o extra-societales. No obstante, estas respuestas o productos pueden no resolver totalmente el problema y generar nuevas insatisfacciones y demandas ciudadanas que vuelven a ingresar al sistema político. Este circuito de outputs-inputs-outputs es lo que se denomina "retroalimentación". En el caso de la construcción de un gimnasio, es posible que éste no cuente con todos los elementos necesarios o adolezca de defectos de construcciones no detectados por quien encarga la obra, lo cual genera el rechazo de la comunidad y su inconformismo. Esta inconformidad se convierte en una nueva demanda o inputs que ingresa al sistema político y entonces las autoridades deberán corregir los errores cometidos y producir una nueva respuesta al problema, esto es, un nuevo outputs.


Mediante la retroalimentación, los productos inciden en el sistema superior, el cual genera energía a través de los insumos que vuelven a entrar en el sistema, para transformarse nuevamente en productos o salidas. La retroalimentación mantiene en funcionamiento al sistema. En caso de que exista un desajuste o falta de relación insumo/producto, la autoridad reguladora adoptará las decisiones o acciones correctivas que se implementan por medio de la retroalimentación.


Según EASTON, el circuito de retroalimentación se divide en varias etapas. Se inicia con la elaboración de outputs por parte de las autoridades, de una respuesta de los miembros de una sociedad a estos outputs, de la comunicación a las autoridades de la información relativa a esta reacción y, por último, de las posibles resoluciones posteriores de las autoridades. De esta manera, un nuevo grupo de outputs, respuesta, retroalimentación de información y reacción de las autoridades se pone en movimiento y forma la trama de actividades. Lo que ocurra en esa retroalimentación tiene, pues, profunda influencia sobre la capacidad del sistema para enfrentar la tensión y persistir.

EL SISTEMA DE GOBIERNO COMO COMPONENTE REGULADOR DEL SISTEMA POLÍTICO


El componente regulador del sistema político es el gobierno, el cual está conformado por un conjunto de estructuras político-jurídico-administrativas que sirven de soporte a las autoridades para tomar sus decisiones. En este sentido diferenciamos los conceptos de gobierno y autoridad.


En términos politológicos, el concepto de gobierno aquí empleado hace referencia no solamente a los mecanismos a través de los cuales se lleva a cabo la dirección pública de la colectividad social, sino también al aparato que hace aquella posible. En este sentido es sinónimo de "poder público" que abarca a todos los órganos de las llamadas "ramas del poder público" y organismos de control, vigilancia, electorales, etc. No se refiere al significado jurídico particular que en el sistema de gobierno le asigna la Constitución Política (que es aquel conformado por el Presidente de la República, los Ministros, Subsecretarios, etc).


Por otra parte, la autoridad se considera como el atributo que otorga el derecho a una persona para que mantenga una relación de superioridad sobre otras subordinadas. Cuando una persona es nombrada en un cargo de dirección en cualquier organismo del poder público del Estado, una vez posesionada, adquiere la calidad de autoridad y por tanto puede actuar en nombre y representación del cargo y en consecuencia del Estado. De esta forma, algunos autores consideran que la autoridad como tal puede manifestarse en ámbitos diversos como la familia, las empresas, los partidos políticos, etc, pero es en el Estado donde se convierte en un recurso de poder institucionalizado que se une irremediablemente al concepto de orden y al sentimiento de obligación de obediencia que permite no invertir esfuerzos en la persuasión ni recurrir a la fuerza.


El gobierno como componente regulador del sistema político tiene como función principal regular y controlar los insumos (demandas y apoyos) que entran al sistema, especialmente los generados por los sistemas articulados alrededor del territorio (sistemas ecológico, biológico, climáticos, etc.) y la población (sistemas familiar, escolar, religioso, económico y científico-tecnológico) mediante la formulación de decisiones autoritarias o de obligatorio cumplimiento. A través de este proceso de regulación, el gobierno hace los ajustes entre los insumos y los productos. Por eso puede afirmarse que el gobierno es para el sistema político, lo que el cerebro es para el sistema biológico humano.


Es importante aclarar que no todas las autoridades del gobierno son reguladoras. Solo las que pertenecen a los niveles legislativo-normativo (congresistas o parlamentarios, concejales, etc.); ejecutivo-directivo (presidentes o jefes de gobierno, ministros, gobernadores, alcaldes y otros altos funcionarios del nivel nacional, regional o local) hacen parte del componente regulador del sistema político, que es el que establece las "reglas del juego" a través de políticas públicas o decisiones administrativas que se instrumentan en planes, programas, proyectos, etc.

EL CONTROL DEL SISTEMA POLÍTICO


El sistema político, como todos los sistemas sociales, por su naturaleza abierta, posee mecanismos de autocontrol. El control es el proceso de comparar el resultado real de la decisión tomada por el sistema, con el resultado esperado. Esta comparación permite identificar cualquier discrepancia existente entre la demanda o "input" y el producto o "output". La discrepancia es trasmitida al Gobierno, como instancia reguladora, a manera de "feedback negativo".


Este procedimiento efectúa ajustes continuos hasta que el resultado real satisfaga los resultados esperados.


Este proceso de comparación permanente entre resultados reales y esperados los realiza el sistema a través de una serie de instancias gubernamentales y no gubernamentales que actúan a manera de "sensores" internos y externos que viven explorando el ambiente del sistema, como lo hace una antena de radar, para identificar los cambios que puedan influir en el equilibrio del sistema. Las investigaciones y mediciones que de manera permanente realizan múltiples entidades gubernamentales y no gubernamentales nacionales e internacionales como las universidades, los centros de estudios, los observatorios sociales, los medios de comunicación, las organizaciones gremiales, los partidos políticos, etc., sirven al sistema político para detectar los cambios de su ambiente y adaptarse a ellos, garantizando así su estabilidad y persistencia.

COMUNICACIÓN INTERNA DE UN SISTEMA POLÍTICO


El concepto de comunicación interna de un sistema político está relacionado con el concepto de "perturbaciones", entendiendo por tales las diversas influencias que provienen de otros ambientes y que impactan al sistema político. Los cambios en el ambiente necesariamente afectan la conducta de un sistema político.


Así, ambientes relativamente estables determinan sistemas políticos estables (...) Allí donde se ha producido un cambio en la estructura social se podrán descubrir que el reordenamiento de las clases sociales modifica la distribución del poder en la sociedad de modo que una nueva elite política suplanta a la anterior.

LA INFORMACIÓN COMO INSUMO BÁSICO DEL SISTEMA POLÍTICO

Todo sistema debe tener INFORMACIÓN de varios tipos para enfrentar la tensión que le producen las perturbaciones de sus ambientes. El Sistema Político no es la excepción. EASTON, establece que:
Las autoridades, que son individuos con responsabilidades y atribuciones especiales para actuar en nombre del sistema político, necesitan conocer las condiciones prevalecientes en el ambiente y en sistema mismo.
Las autoridades deben tratar de informarse sobre la disposición de los miembros a prestar apoyo y sobre las demandas expresadas. Es importante que sean adictos al régimen o solidarios con la comunidad política o si están en rebelión contra ellos y cuales son sus demandas.
Deben conocer los efectos que surtieron los productos, actuando en la oscuridad perpetua. Se debe tener cautela con el INSUMO DE APOYO, por que a veces se dan casos que están interesados en modificar radicalmente o destruirlo por completo.


CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS POLÍTICOS


EASTON señala ocho características de los sistemas políticos.


El control irregular de los recursos políticos.
La búsqueda de la influencia política.
La desigual distribución de la influencia entre los miembros de un sistema político.
La persecución y reunión de objetivos en conflictos
La adquisición de la legitimidad
El desarrollo de una ideología
El impacto de otros sistemas políticos
La inevitabilidad del cambio



1.- El Control irregular de los recursos políticos


Un recurso político es un medio a través del cual una persona puede influenciar la conducta de otra persona (dinero, información, empleo, educación, etc.).

Los recursos políticos y su control están distribuidos desigualmente en casi todas las sociedades por cuatro razones:
Por la especialización de funciones en la sociedad que crea diferencias.
Diferencias que se heredan. No todas las personas nacen con posibilidades de acceder a los recursos. Los que empiezan con ventajas, a menudo las aumentan. La diferencia de "dones" pueden ser sociales o biológicas.
Es importante que las sociedades proporcionen, a cada uno, un conjunto estándar de motivos e intenciones idénticas. La diferenciación en motivación conllevan a diferencias en habilidad y recursos. No obstante, algunas diferencias de incentivos y objetivos, generalmente son estimuladas con el fin de proveer a los individuos para las diferentes actividades.

2.- La búsqueda de la influencia política


La gran mayoría de los miembros de un sistema político buscan obtener influencias sobre las políticas, leyes e imposiciones del gobierno. Este deseo de influencia política no es solo para disfrutarla, sino porque el control del gobierno le ayuda a lograr sus objetivos.

3.- La desigual distribución de la influencia política entre los miembros de un sistema político


Las personas que tienen mas recursos para influenciar al Gobierno, se le facilita ganar mayor influencia cuando quiere y lo desea. La gente de mayor influencia sobre el gobierno puede llegar a controlar cada vez más el recurso político.


Las razones por las cuales la influencia política es siempre desigual en los sistemas políticos son tres:
Por la desigual distribución de los recursos
A causa de las diferencias de habilidad con que los individuos utilizan sus recursos políticos.
A causa de la diferencia del ámbito en que los individuos usan sus recursos con finalidades políticas.

4.- La persecución y la resolución de objetivos en conflictos


Los miembros de un sistema político persiguen objetivos que son arbitrados por el Gobierno del sistema político a través de otros medios.


Los gobiernos no intervienen cada vez que los objetivos y actos de los individuos entran en conflicto. Generalmente, los conflictos (vocabularios agresivos, violencia, etc.), son tratados con medios políticos. El Gobierno interviene cuando considera que el conflicto va más allá de un arreglo mediante medios no políticos. O sea, cuando el conflicto amenaza con debilitar la economía, etc.

5.- La adquisición de la legitimidad


Cuando se usan medios gubernamentales para tratar un conflicto, las decisiones que se toman son aceptadas no por miedo a la violencia o castigos, sino por la creencia de que es correcto hacerlo. La legitimidad otorga autoridad.

6.- El desarrollo de una ideología


Las élites de un sistema político tienen ideologías más o menos persistentes e integradas. Intentan explicar y justificar su liderazgo en el sistema (ideología política).


Los líderes desarrollan una ideología para convertir su influencia política en AUTORIDAD y normalmente defienden una ideología que los justifiquen. Se habla de IDEOLOGÍA DOMINANTE.


Una ideología dominante implica las suposiciones de moral, religión y otras para justificar el sistema.

Una ideología dominante no es un cuerpo unificado y consistente de creencias aceptadas por todos los miembros de la sociedad por varias razones:
Las ideologías varían mucho de un sistema a otro.
Ninguna ideología llega jamás a estar totalmente integrada ni tiene la suficiente consistencia.
Nunca es aceptada uniformemente por todos los miembros de un sistema.
La ideología dominante puede ser rechazada.
A veces la ideología rechazada en un período, es aceptada en el siguiente periodo.




7.- El impacto de otros sistemas


La manera de comportarse un sistema político está influenciada por otros sistemas. Todos los sistemas políticos entablan relaciones con los sistemas extranjeros por que las acciones a que tiene acceso, están afectadas por las acciones pasadas de los demás.


Los límites de un sistema político se fijan convencionalmente: estos pueden ser geográficos y se considera que todo aquel que se encuentra dentro de los límites geográficos, está dentro del sistema.

8.- La inevitabilidad del cambio


Todos los sistemas políticos sufren cambios. Congruente con la evolución de la sociedad, el Sistema Político debe responder a las frecuentes fluctuaciones generales de la sociedad.
UTILIDAD DE LA TEORÍA POLÍTICA SISTÉMICA


A pesar de las críticas que ha recibido la Teoría Política Sistémica por su aparente explicación "mecanicista" y "cibernetizada" del funcionamiento político de la sociedad –totalmente extraña e incomprensible para la politología tradicional, acostumbrada a un enfoque puramente legal e institucional del Estado-, el análisis sistémico ha tenido una gran aceptación en la comunidad científica internacional, hasta el punto que hoy, una buena parte de las investigaciones que se realizan sobre los hechos y fenómenos políticos, se hacen desde esta perspectiva epistemológica o, al menos, teniendo en cuenta muchas de sus categorías teóricas. JOSE VALLÉS dice al respecto que la noción de sistema político como modelo tiene ventajas importantes que explican su éxito desde que DAVID EASTON lo introdujo en el análisis de la política. Entre las más importantes ventajas que, según este politólogo español, presenta este paradigma científico se encuentran:


· Pone de manifiesto la relación permanente entre entorno y la política, porque ni el primero ni la segunda pueden explicarse por separado;


· Deja claro que la política ha de ser entendida como un efecto de las tensiones y conflictos que afectan a diferentes colectivos sociales;


· Describe una secuencia ideal –aportación de inputs, procesamiento, elaboración de outputs, retroalimentación- que permite poner un cierto orden en la pluralidad y diversidad de intervenciones políticas;


· Señala la interdependencia de los diversos elementos que integran la estructura política, entre sus funciones y sus instituciones;


· Subraya el aspecto dinámico de la estructura política, obligada a reformarse para ejercer adecuadamente su papel de conservadora de la cohesión social;


· Es aplicable a todo tipo de estructuras políticas –antiguas o contemporáneas, democráticas o dictatoriales-, facilitando las comprensiones entre ellas.




LIMITACIONES DE LA TEORÍA POLÍTICA SISTÉMICA


Como todo paradigma científico, especialmente de las ciencias sociales, la Teoría Política Sistémica presenta algunas limitaciones al momento de aplicarlo a determinadas realidades políticas. Entre las más importantes, VALLÉS señala las siguientes:


· Algunos componentes de una estructura política pueden ser difíciles de encajar en una de las categorías del sistema.


· La visión sistémica tiende a privilegiar un concepto estático de la política, como si no tuviera otra función que la de mantener en equilibrio inalterable las relaciones sociales, culturales o económicas que gestiona.


Se ha replicado a esta objeción que desde esta perspectiva cabe pensar en una reforma a la misma estructura política. Así ocurre cuando las presiones del entorno son tales que solo una radical transformación de la estructura permite asegurar la continuidad de aquella comunidad y evitar el riesgo de su desintegración. Por ejemplo, cuando la Unión Soviética se desmorona (1989-1991) y se transforma, se está poniendo de manifiesto la dificultad insuperable que el sistema encuentra para digerir apaciblemente las presiones externas e internas que recibe. O cuando en la República de Sudáfrica se da un giro sustancial a los mismos fundamentos de su organización política (1990-1994) se está reflejando la incapacidad de los mecanismos anteriores para mantener unas condiciones mínimas de cohesión que eviten el riesgo de desintegración violenta.


· La teoría deja un vacío al momento de explicar cómo se toman las decisiones al interior del sistema político, dentro de esa "caja negra" a donde llegan los insumos o inputs (demandas y apoyos) de los ambientes. Para llenar ese vacío, se han propuesto cuatro grandes líneas de interpretación. A cada una de ellas corresponde un protagonista principal.
Las instituciones públicas. Cada comunidad se ha dotado de una serie de instituciones y normas, en cuyo marco se adoptan las decisiones políticas.
Los grupos sociales. La interacción permanente entre una pluralidad de grupos movidos por sus respectivos intereses y aspiraciones, conduce a una decisión, basada en transacciones y compromisos.
La élite dominante. Un grupo reducido –definido por su clase social, su estatuto profesional, su linaje, etc.- produce las decisiones políticas que la mayoría debe acatar.
El individuo racional. La decisión política es el efecto combinado de las estrategias singulares que cada uno de los individuos que integran la comunidad adopta en defensa de su interés, en competencia o en cooperación con los demás sujetos.