AUTOR: Luis Alberto Carreño Palma
Institución: Universidad de Los Lagos. Osorno –Chile
Se aprecia en la historiografía chilena una falta de atención de los aspectos regionales. En el campo de la historia económica existe un claro predominio de las interpretaciones generales y de temas vinculados a política económica; ambas constituyen visiones centralizadas de la historia económica nacional.
“Si asumimos como postulado que la economía nacional se formó a partir de la segunda mitad del siglo XIX, aparece como imprescindible profundizar en el estudio de numerosas economías regionales que lograron niveles importantes de autonomía, que perduraron hasta bien avanzado el siglo el siglo XX”(Almonacid 2000)
En los últimos años se han realizado una serie de estudios reconociendo el desarrollo de algunas actividades industriales a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Si consideramos la parte sur del territorio nacional (Provincias de Valdivia y Llanquihue) podemos visualizar un fenómeno económico relevante, como es el establecimiento y funcionamiento de algunas industrias que lograron notables niveles de desarrollo y autonomía, cuyo estudio ha sido pasado por alto y no incorporados en una visión global de la historia económica nacional. Entre los sectores artesano industrial que lograron alcanzar en la región un grado mayor de crecimiento y desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX, destacan las destilerías de alcohol de grano y las curtidurías.
Analizando estas industrias que no sólo sobresalen dentro del contexto regional sino también nacional e internacional, pudimos advertir que reunían un conjunto de características importantes de destacar. Se trata de establecimientos fundados por colonos alemanes, que conocen la actividad y han trabajado en ella en Alemania, no hay antecedente en la región de funcionamiento de dichas industrias antes de la llegada de los colonos alemanes, la excepción la constituye una pequeña y primitiva curtiembre instalada en Osorno después de la refundación de la ciudad en1778. En términos generales no hay tradición ni experiencia en la producción de alcohol de grano y curtido de cueros antes de 1850. Estas actividades están destinadas a la transformación de productos locales, incentivando la agricultura y la ganadería. Por el limitado mercado local su producción se envía fuera de la región En el caso de los cueros la mayor parte de la producción esta orientada al mercado internacional, especialmente Alemania. En cambio el alcohol tiene como principal mercado la Araucanía y las Pampas.
El objetivo de nuestro trabajo es conocer y explicar el establecimiento y funcionamiento de las curtidurías y destilerías de alcohol de grano en Valdivia y Llanquihue, el desarrollo experimentado por estas industrias en la segunda mitad del siglo XIX, su vinculación con la Araucanía y las Pampas y las causas que motivaron su crisis terminal a comienzos del siglo XX.
A nivel cronológico nuestro estudio se limita al período que va de mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX. Estas fechas no obedecen a criterios arbitrarios. A partir de 1850 llegan a la región los primeros colonos alemanes que constituyen un elemento de primer orden para dinamizar la economía de la región. instalan las primeras curtidurías y destilerías de alcohol, su desarrollo y consolidación como las actividades industriales más destacadas de la región. Concluye nuestro estudio en las primeras décadas del siglo XX con la crisis y desmantelamiento de dichas industrias.
En función de nuestros objetivos hemos querido dar respuesta a las siguientes interrogantes. ¿Cuáles son los factores que posibilitan el establecimiento y desarrollo de estas industrias? ¿Cuál fue la vinculación de las curtidurías y destilerías de alcohol de grano con la Araucanía y las Pampas? y ¿cuáles fueron las causas de la crisis terminal de dichas industrias?
La hipótesis central de nuestro trabajo se sustenta en la siguiente afirmación. El desarrollo de las destilerías de alcohol de grano y las curtidurías en la región de Valdivia en la segunda mitad del siglo XIX fue posible gracias al funcionamiento del amplio espacio fronterizo que constituyeron la Araucanía y las Pampas durante los siglos XVIII y XIX y a la complementariedad de redes indígenas con redes capitalistas. Las destilerías de alcohol de grano encontraron aquí un excelente mercado para su producción en la población indígena y las curtidurías se beneficiaron con el comercio del ganado transandino
Frente a la critica situación de las destilerías de alcohol de grano y las curtidurías, a comienzos del siglo XX la historiografía tradicional ha planteado como causa de esta situación en el caso de las curtidurías, habría sido el establecimiento de tarifas proteccionistas en Alemania, principal mercado de las suelas de Valdivia; en cuanto a las destilerías habría sido el establecimiento de un impuesto adicional al alcohol de grano. Sin dejar de desmerecer dichas afirmaciones, pensamos que, con la rapidez que sé desarrollo la crisis de estas industrias, es posible encontrar otras causas que afectaron directamente a dichas actividades, como fue la consolidación territorial de Chile y Argentina a fines del siglo XIX que termino por desarticular el tradicional circuito económico de Valdivia, Araucanía y las Pampas. Esta situación significa la crisis terminal de las destilerías de alcohol y las curtiembres.Las primeras pierden su tradicional mercado de la Araucanía y las Pampas y las segundas ya no cuentan con el abastecimiento de ganado desde las Pampas.
ESPACIO ECONOMICO FRONTERIZO
A pesar de la guerra de Arauco el largo contacto fronterizo había ido creando una situación distinta. Cada vez era más notorio la compenetración de los dos pueblos a través de variadas formas de relación, donde el comercio ocupo un lugar destacado” (Villalobos). Desde mediados del siglo XVII en la Araucanía y las Pampas es posible percibir un intenso tráfico en torno al ganado y otros productos que intercambiaban los diversos grupos indígenas que poblaban la región y en el cual intervenían también comerciantes hispanocriollos. A fines del siglo XVIII es posible encontrar un organizado circuito económico que nacía en las Pampas Transandinas y terminaba en Chile donde aparecen productos altamente demandado como el vino y el licor por parte de la población indígena, y el ganado por los hispanocriollos.
Los grupos indígenas cordilleranos oficiaban como intermediarios entre la pampa Rioplatense y la demanda chilena. ” Los indígenas del Neuquén manejaban una basta red de caminos y comercio que abarcaba un amplio corredor interregional entre el Río de la Plata y Chile, por él circulaban los ganados y bienes diversos del mercado colonial”. (Bandieri 1996)
Consolidada la independencia “Argentina y Chile tuvieron que reorientar sus economías en función de las conexiones particulares que empezaron a buscar sus grupos dirigentes con los mercados más desarrollados del capitalismo decimonónico” (Pinto 1996). Sin embargo la independencia no afecto la tradicional comunicación de la Araucanía y las Pampas, donde es posible distinguir “un esquema propio de circulación al margen de las economías nacionales, no regido por el modelo vigente.”(Bandieri 1996) La cordillera de los Andes se mantuvo como eje vertebrador de un espacio integrado económicamente por las provincias chilenas del sur y la Pampa Argentina, que actúo por encima de los límites políticos y administrativos impuestos por los Estados
En el siglo XIX el circuito comercial se consolido y el número de animales que transitaban por sus rutas con destino a Chile fue en constante aumento. Muchos artículos constituían la contraparte de ese comercio del que disfrutaban esencialmente los caciques: sombreros, prendas de vestir europeos, adornos, añil, quincallería, pero los licores y la plata eran los productos más apreciados por los indígenas.
Siendo un comercio informal, funcionaba al margen de la economía chilena y argentina, con un esquema y características propias, no reglamentada por legislación aduanera y comercial vigente. Generalmente los tratos eran de palabra, situación que incidió en la falta de documentación, oficial y privada que permitiera caracterizar el comercio y cuantificar el volumen de las transacciones.
Para solucionar la falta de fuentes documentales debimos recurrir a las descripciones e informaciones que nos proporcionan los cronistas y viajeros que visitaron y recorrieron la Araucanía y las Pampas en el siglo XIX que nos permitió conocer las características que tenía el circuito comercial y a la vez visualizar cuales eran los productos más cotizados los indígenas y los comerciantes chilenos.
Sin duda el ganado tuvo una importancia fundamental en la sociedad indígena y constituye su principal fuente de riqueza y la base de un activo comercio con el mundo hispanocriollo.
La circulación y comercialización de ganado a gran escala durante el siglo XIX se convirtió en soporte de la economía indígena y en sostén de la estructura social de los indígenas. En cambio el alcohol, vino y aguardiente, son productos muy cotizados por los indígenas, ya que reemplazaron a la chicha nativa, cumplían un papel importante en las ceremonias y su distribución por parte de los caciques contribuía a reforzar su prestigio y autoridad.
EL GANADO. El circuito ganadero se apoyaba en la apropiación de ganado en las haciendas o estancias de la frontera rioplatense, objetivo fundamental de los malones y su posterior traslado a Chile, mercado normal y lógico del ganado transandino. A lo largo del siglo XIX los circuitos ganaderos se fueron consolidando y el número de animales que transitaba hacía Chile fue en constante aumento debido a que el mercado chileno demandaba ganado en pie, para el consumo y como materia prima para actividades industriales. Siendo el destino principal la industria de la curtiembre, saladeros y jabón de la provincia de Valdivia. En 1890 sólo en la ciudad de Valdivia funcionaban 23 curtidurías, además de los establecimientos existentes en La Unión Osorno y Puerto Montt.
Por la ausencia de documentación resulta imposible precisar el número de animales movilizados desde las Pampas hacia Valdivia en las rastrilladas, pero debió alcanzar miles al año y los datos que suelen manejarse con carácter indicativo entre las 20 a 40 mil cabezas, promedio que no parece excesivo. Si se tiene en cuenta el elevado número de curtidurías que funcionaban en la región y el número de cueros y suelas exportadas. Hacia 1890 sólo en la ciudad de Valdivia funcionaban 23 curtidurías a las que debemos agregar las existentes en La Unión, Osorno y Puerto Montt. La exportación de suelas a Alemania alcanzaba la cifra de alrededor de cien mil al año, lo que nos permite concluir que el ganado existente en la región, alrededor de 20.000 cabezas no es capaz de satisfacer la demanda de las curtidurías de la región, razón por lo cual los industriales debieron recurrir al abastecimiento externo de cueros y animales
Él transita se efectuaba por caminos bien conocidos por los indígena, aprovechando los parajes con agua y pasto. Estos caminos tuvieron enorme importancia económica, como las llamadas rastrilladas de los chilenos que partía de los ricos campos del sudoeste bonairense y seguía hacia las provincias del sur de Chile, Linares, Ñuble, Concepción, Arauco y Valdivia.
EL ALCOHOL. Cuanto alcohol procedente de las fabricas de Valdivia ingreso a la Araucanía y las Pampas. Esto es una cuestión que no se puede resolver con exactitud, por la carencia de documentación no es posible cuantificar el volumen de alcohol comercializado. Pero en la medida que el alcohol era transado como mercadería y la importancia que el indígena le daba es posible aventurarse afirmar que este comercio tuvo mucha importancia.
Los cronistas y viajeros hacen mención constantemente a los traficantes de aguardiente que regularmente cruzan la cordillera en los meses de verano para intercambiar su mercadería por ganado. Igualmente no describen lo asiduo que son los indígenas para consumir alcohol.
Sabemos que el vino y el aguardiente reemplazan a la chicha. Los repartos de alcohol tenían especial importancia para resaltar el prestigio del cacique. “Cuando mayor fuera la generosidad demostrada por el cacique, mayor sería seguramente, el prestigio y la autoridad que alcanzaba sobre los indios. ( Mandrini 1992)
Mansilla al obsequiar al cacique Mariano Rosas, un barril de aguardiente, este le dijo “Para que vea hermano, como soy yo con los indios delante de Ud. Les voy a repartir a todos. Yo soy así, cuanto tengo es para mis indios, son tan pobres. Vino el barril y comenzó el reparto”( Mandrini 1992)
La importancia que daba a los caciques la distribución de licor a sus indios, queda de manifiesto en lo expresado por el viajero ingles Muster, que recorrió las pampas patagónicas a mediados del siglo XIX, cuando describe su incorporación a las tolderías indígenas de río Chico, gracias “ a la influencia del gran toqui o generalísimo de todos los tehuelches, el capitán Casimiro, rey de la Patagonia por derecho del trago y de las lanzas” ( Irarrazabal 1966)
Munster también hace referencia al origen del alcohol que se consume en las Pampas cuando expresa “ después de mil aventuras y de inminentes peleas, borracheras
Y aun batallas campales, el generalísimo Casimiro, cansado de beber aguardiente de las fabricas alemanas de Valdivia, dio orden de ensillar ( Irarrazabal 1966)
LACRISIS DE FINES DE SIGLO Consolidado el Estado nacional en la Araucanía y las Pampas no se manifiesta la presencia y acción del Estado. Desvinculada la región de los poderes públicos centrales, aislada y alejada de los centros vitales de la nación, en el caso chileno la administración del Estado y las principales actividades económicas se concentraron en las zonas mineras del norte, las provincias agrícolas del valle central y ciudades principales como Santiago, Valparaíso y Concepción, en cuanto Argentina esta se oriento hacia el litoral Rioplatense y Buenos Aires. Las regiones periféricas quedan abandonadas y desvinculadas del poder central, situación que permitió la supervivencia de un circuito económico marginal que se mantuvo hasta fines del siglo XIX por encima de la respectiva situación nacional y límites políticos.
Para los sectores gobernantes se hace necesaria la presencia del Estado en los territorios periféricos, los que han permanecido al margen de la acción del Estado hasta bien avanzado el siglo XIX
A partir de 1880 en la Araucanía y las Pampas se hace sentir la presencia y acción del Estado cuando los ejércitos de Chile y Argentina integran territorialmente la región a sus respectivos Estados. El efecto inmediato de las campañas militares, es la presencia del Estado con su aparato jurídico- administrativo y el establecimiento de la frontera política de ambos Estados en la cordillera de los Andes, que se ve ahora como una barrera aislacionista, al establecer aranceles aduaneros, una reglamentación y mayor vigilancia en el tráfico transandino, poniendo fin a un tradicional circuito económico periférico que funciono al margen de las economías nacionales. Así los industriales del alcohol de grano de Valdivia y Llanquihue perdieron su tradicional mercado de la Araucanía y las Pampas y las curtidurías ven cortado su abastecimiento del ganado transandino, situación que nos permite explicar la crisis que afecta a dichas actividades a fines del siglo XIX.