En: | "Valdivia antes de la inmigración según Salvador Sanfuentes y Miguel Luis Amunátegui" Fuentes del mundo que nos rodea |
Autor | Kurt Bauer |
Publicado en | 1925 |
pp. 12-13.
Con fecha 12 de setiembre de 1845, don Salvador Sanfuentes dírijió a don Andrés Bello, rector de la universidad, una nota, en la cual se espresa como sigue:
«Llamará desde luego, en los estractos que envío, la atención de U. S., la falta de libros aparentes para la enseñanza de la niñez, que en la mayor parte de las escuelas se lamenta. Desde mi llegada a esta provincia, he estado procurando remediar esa falta con la abundante colección de tales obras que ha suministrado el supremo gobierno; i puedo asegurar a U. S. que muí pronto ella cesará del todo. Se han hecho, entretanto, las mas estrictas prevenciones a los maestros para que no permitan a sus alumnos la lectura de novelas u otras obras que puedan ser perniciosas a la moralidad.
«La escasez de los útiles para la escritura que sufren los niños pobres, es otro de los inconveniente que en los estados se apuntan, sobre todo, en los de las escuelas pertenecientes a las misiones; pero me temo que haya alguna exajeración en esta parte, puesto que el gobierno abona diez pesos anuales para tales gastos a los misioneros. Puede ser que la concurrencia de alumnos indijentes haga en algunas escuelas insuficiente esta suma; mas como no puede tenerse una entera confianza en los datos que trasmiten los maestros, puesto que ya ha sucedido el haberse apuntado necesidades que después se ha averiguado ser imajinarias, espero adquirir el conocimiento peculiar de cada punto, que ha de suministrarme la visita jeneral de la provincia en el próximo verano, para proponer al supremo gobierno arbitrios que hagan cesar las necesidades efectivas que hubiere. Entretanto, se ha proporcionado ya auxilios de esa naturaleza a los establecimientos públicos de esta capital.
«En un gran número de escuelas, se opone al progreso la falta de localidades aparentes que no permiten establecer en ellas el arreglo debido, ni admitir mas de un cierto número de alumnos. Algunos de estos inconvenientes se han remediado ya, o están para remediarse, con los fondos que para el efecto ha suministrado liberalmente el gobierno. La escuela de Aríque era talvez la mas necesitada a este respecto, pues la habitación mas miserable no supera a la descripción que se me ha hecho de la pieza en que se halla situada. Al mismo tiempo que se me instruyó de esta circunstancia, lo fui también de que aquellos vecinos habían ofrecido el local i parte de las maderas necesarias para la construcción de un edificio a propósito. Sin pérdida de tiempo, me he dirijido al subdelegado de aquel punto, ordenándole que, a la brevedad posible, me informe del motivo por que no se haya dado todavía principio a la obra; i en caso de que éste sea la insuficiencia de los recursos, me acompañe un presupuesto de lo que falta para llevarla a cabo.
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«Una necesidad análoga se esperimenta en la escuela situada en la fortaleza del Corral de este puerto; pero no he juzgado de necesidad levantar una nueva pieza para este esclusivo fin, por cuanto puede cómodamente colocársela en uno de los departamentos de los antiguos cuarteles que, con el objeto de servir para edificios fiscales, se están actualmente reparando, i que, por su grande estensión, ofrecen sin inconveniente alguno suficiente espacio para todo. Al preceptor de la misma, serán mui pronto suministrados los muebles i demás útiles que necesita, pues es tanto mas acreedor a ese auxilio, cuanto que hasta aquí se ha señalado por su celo i contracción.
«El inspector de este departamento llama la atención hacia el corto número de niños indíjenas que existe en el establecimiento de la misión de Valdivia. En mucha parte, es debida esta falta a la resistencia de sus padres a entregarlos por la preocupación funesta en que están de que se intenta arrebatarles sus hijos bajo el pretesto de educarlos. He procurado ya disuadir a algunos de este error; i continuaré combatiéndolo con igual empeño en lo sucesivo. También he invitado a todos los vecinos de esta capital que tienen cholitos en sus casas a contraer el compromiso de enviarlos a la escuela; i debo decir en honor suyo que son rarísimos los que han deducido pretestos para eludir mi invitación. Ello es que, como resultado de esta medida, se advierte que el establecimiento de educación primaria de la referida misión de Valdivia, que en el estado adjunto aparece con el número de veinte educandos, solo cinco de los cuales eran indíjenas, en el día cuenta ya cuarenta i cinco alumnos, siendo casi todo este aumento de hijos de naturales.
«Mientras los sueldos señalados a los preceptores sean tan escasos como el presente, difícil será que puedan proveerse estos destinos en sujetos de mas capacidad que los que actualmente los ocupan. Así es que por ahora no hallo otro recurso para obviar este inconveniente, que el de la visita periódica de las escuelas por una persona suficientemente instruida en los mejores métodos de ensañanza. Para este objeto, me propongo valerme del alumno de la escuela normal recientemente nombrado por el supremo gobierno para la dirección de la principal de Valdivia, cuya llegada estoi esperando por momentos.
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«La junta de educación ha acabado en sus últimas sesiones de discutir un reglamento para uniformar el réjimen en todas las escuelas de la provincia por el método que ha parecido mas adecuado para el adelantamiento. Puesto mui pronto en observancia dicho reglamento, quedará suplida la falta que al final de su neta representa el inspector».
En El Araucano, número 790, correspondiente al 10 de octubre de 1845, se insertó la comunicación a la universidad de que he copiado la parte sustancial.