Bernardo Eunom Philippi Krumwied
Don Bernardo se había granjeado la amistad del Intendente de Chiloé don Domingo Espiñeíra, y se agregó a la expedición que se componía de 22 personas, entre ellas dos mujeres. El viaje se inició el 22 de Mayo de 1843, y en el Golfo Corcovado fueron sorprendidos por fuertes temporales, de manera que perdieron un bote salvavidas. Se detuvieron en Puerto Americano, situado en el archipiélago de Los Chonos el 12 de Junio. Construyeron un bote cuya labor demoró hasta el 3 de Julio. Prosiguieron viaje, y encontraron en una caleta la goleta inglesa Betzei. Esta llevaba las cartas náuticas trazadas por el capitán Fitz Roy, las copió y sirvieron para el buen éxito de la expedición. Al seguir viaje hacia el sur y dar la vuelta por la península de Tai-;ao el día 28 de Julio, se encontraron con un fuerte temporal, quebrándose el eje del timón. Si no hubiera sido por la perica de Philippi, la goleta no se habría escapado de un naufragio seguro, pereciendo con seguridad toda la tripulación. Con muchas dificultades volvieron otra vez a Puerto Americano donde llegaron el 2 de Agosto. Philippi acompañado de Cari Miller y algunos remeros se embarcaron en uno de los botes salvavidas y se dirigieron a remo hacia Ancud. El viaje fue peligrosísimo, el bote abierto estaba expuesto a los más recios temporales. Sin techo ni abrigo recorrieron más de 400 kilómetros a remo. Cuando llegaron a Dalcahue en la isla de Chiloé, Philippi desembarcó y caminó más de 60 kilómetros a Ancud. De inmediato se alistaron con los pertrechos necesarios, y con la misma rapidez se devolvieron en una lancha arrendada. El 26 de Agosto Philippi estuvo de regreso en Puerto Americano. Luego se procedió a efectuar las reparaciones de los desperfectos, y el 9 de Septiembre la goleta "Ancud" zarpó rumbo a Magallanes.
El 21 de Septiembre de 1843 anclaron en Puerto del Hambre (Famine). Ese mismo día se redactó y firmó el Acta, se izó el pabellón nacional, disparándose la salva de 21 cañonazos. Al día siguiente surgió la fragata a vapor francesa "Phaetón" de S. M. «el Rey de Francia, comandada por el teniente de navio, M L.. Maissin. Tres días después, desembarcó marinaría, colocó carpa e izó la bandera, poniendo guardia de honor. El comandante chileno Williams protestó inmediatamente de este acto. Aquí fueron importantísimos los servicios de Bernardo E. Philippi, quien dominaba bien el francés: le manifestó al comandante de la "Phaeton", "que había llegado tarde a la toma de posesión del Estrecho".
El eminente historiador don Diego Barros Arana, dice al respecto: "Ese día Philippi se abrió camino para ser recibido con distinción al servicio de nuestra patria, y conquistado títulos para merecer la gratitud nacional". Sin embargo, se quedó en las provincias del sur, para realizar su sueño dorado de colonizarlas.
'Como ya expuesto al principio de esta exposición de hechos, después de haber cumplido Philippi la misión encomendada por el Supremo Gobierno el año 1848 para el envío de colonos para las provincias de Valdivia y Llan-quihue, fue llamado de regreso el año 1851, nombrándolo el Supremo Gobierno Gobernador de Magallanes.
Entonces, por segunda vez, partió el 13 de Agosto de 1852 con su equipo de hombres y pertrechos, para reconstruir la colonia en Magallanes. El 26 de Octubre se internaron en las tierras al norte de Punta Arenas, de donde proyectaron estar de vuelta en tres días.
El capitán J. Miguel Cambiaso, oriundo de Chiloé, y antecesor de í*hí-lippi en el cargo de Gobernador, había cometido toda clase de crueldades con los indios, de los cuales hizo decapitar siete por un pequeño robo que habían hecho. La tribu juró vengarse, y las víctimas fueron el Gobernador Phi-lippi, el pintor alemán Alejandro Simón y cinco soldados. Un día salió el Gobernador con Simón y dos soldados a practicar un reconocimiento (según algunos a hacer una visita al cacique), y no volvió más. Hasta el día de hoy, no se han encontrado vestigios de él ni de sus compañeros; jamás se supo su paradero, ni la clase de muerte que tuvo.
Como el Gobernador no volvió, hubo gran ansiedad en la Colonia, y salieron patrullas de soldados en busca de los desaparecidos; pero, resultó que también se perdieron tres soldados. Cosa singular, los siete indios decapitados por Cambíaso estaban vengados. La tribu vengadora no se volvió a encontrar; se supone que fue víctima de la perfidia de los indígenas, que así vengaban en siete blancos el asesinato de siete indígenas cometido por el ya conocido y sanguinario Cambiaso.
Bernardo E. Philippi cayó alevosamente asesinado, en cumplimiento de una misión oficial por amor a su querido Chile el Io de Noviembre de 1852. La noticia llenó de tristeza no sólo a sa hermano y amigos, sino a todos los inmigrantes de Valdivia, que habían perdido a uno de sus mejores amigos. Los siete indios estaban vengados: una víctima inocente fue el hermano del Dr. Rodulfo A. Philippí, que repetidas veces ha contado este hecho con lágrimas en los ojos.
Traducción y compilación de Enrique Kinzel.
pp. 33-35
PUERTO VARAS
GRAN CENTRO DE TURISMO
Edición publicada en homenaje a su 130 años de vida.
1853-1983
Por Enrique Kinzel Kahler
y
Bernardo Horn Klenner
FUENTE:HORN,BERNARDO;KINZEL,ENRIQUE; “PUERTO VARAS 130 AÑOS DE HISTORIA 1952-1983”.IMPRESO EN IMPRENTA Y LIBRERÍA HORN Y CÍA LTDA.