De Puerto Montt a Puerto Varas en 1905.—
RELATO DE UN VISITANTE
(Tradución: B. Horn).
Puerto Montt, tiene 3.500 habitantes y ofrece al visitante una buena impresión por sus calles derechas y limpias, sus casas de madera prácticas y pintadas, su Iglesia principal en la plaza y ésta se encuentra contigua al muelle de desembarco. Una Iglesia chica con su Colegio y una casa comercial grande de la "Compañía Comercial y Ganadera Chile - Argentina". Todo esto y mucho más nos testimonia del buen gusto y educación de los pobladores, que en su mayor parte es formada por alemanes e hijos de alemanes.
Como puerto, es Puerto Montt uno de los más seguros, pero a pesar de ésto a los Capitanes no les gusta recalar en él por estar el Seno de Reloncaví muy distante de la Ruta. Estaban los tres buques de guerra Magallanes, Pisagua y Pilcomayo, fuera de éstos, en la Bahía había poco movimiento. Al Este se observaba la preciosa Cordillera cubierta con nieves eternas, en la testa de los Volcanes Osorno y Calbuco. Al Oeste está la Isla de Tenglo con su exuberante vegetación, mientras que al fondo de la ciudad se levantan las colinas en forma de anfiteatro al que en el futuro tendrá que extenderse, lo que no resultará difícil.
El pueblo fue fundado el 12 de Febrero de 1853 por don Vicente Pérez Rosales, bajo la Presidencia ds don Manuel Montt y cuyo nombre recibió al igual que Puerto Varas, el de su activo Ministro.
Puerto Montt progresará mucho una vez que se construya el Ferrocarril, pues con éste, no sólo la población estará conectada con su capital Santiago, sino también, en combinación con el transandino, en 66 horas se podrá llegar a Buenos Aires.
Después que nos instalamos en el Hotel Central, visitamos al señor Federico Hube, fundador y director de la Compañía Comerca) y Ganadera Chile - Argentina en Puerto Montt y nos invitó para una visita al Nahuelhua-pi. La Sociedad se formó con la sigla Hube y Achelis y hace años fomenta las relaciones comerciales entre Chile y Argentina, la que comentaremos más adelante. La casa principal con sus bodegas en Puerto Montt ocupan una cuadra de largo por media de ancho. Aquí se puede comprar de todo tipo de mercaderías como: artículos de almacén, artículos d? lujo, relojes, artículos de oro, géneros, ternos, botas, capas de agua, ponchos, artículos de ferretería, pianos, Polyphons al igual que arados y máquinas trilladoras. De todo esto y mucho más se encuentra para la venta. En la sección de exportación hay una bodega en que se almacenan: Mantequilla, barriles de miel con su exquisito néctar, lo que en parte se envía a Valparaíso y parte se exporta. En otro galpón se almacena lana, que se trae en sacos desde Argentina y se enfarda para ser enviada a Europa. Además de esto la Sociedad tiene casas comerciales en: Puerto Varas, Frutillar y muelle de embarque en La Ensenada, Bodega y muelle en Petrohué y Peulla (Lago Todos los Santos), 9 hectáreas de tierra al lado del lago en Puerto Varas, más 2.000 hectáreas de tierra que se compró al Gobierno Chileno, para la construcción de los caminos de Ensenada a Petrohué y de PeuIIa a la Cumbre, en los que se invirtieron $ 120.000.— para lo cual el Gobierno aportó $ 80.000.— Tenía el vapor Tronador en el Lago de Todos los Santos y el Cóndor en el Lago Nahuelhuapi, 4 lanchones y 9 botes. 170 kilómetros de líneas telefónicas, Bodegas en Casa Pangue, Laguna Frías, Puerto Blest y San Carlos de Bariloche. En el Lago Todos los Santos y en los últimos lugares Muelles para atracar los Barcos, un Molino y Casa Comercial en San Carlos de Bariloche y más de 350.000 hectáreas de tierra para labranza y ganadería en su estancia de San Ramón en las cercanías de Limay, la que está poblada y da buenos resultados. Además arrienda 162.500 hectáreas de terreno. Para el transporte en la Cordillera posee la Sociedad 31 carretas, 230 bueyes y 130 caballos y mulas, los que seguramente no serán suficientes en poco tiempo más, ya que rápidamente aumenta el transporte de mercadería. La dirección de la Sociedad como también los empleados son todos alemanes y los obreros chilenos. Como deseábamos conocer toda esta interesante labor, fuera de todo lo demás, el mismo día de nuestra llegada el 8 de Marzo a las 5 de la tarde viajamos a Puerto Varas, que dista 22 kilómetros, con el señor Hube y un Ingeniero chileno el señor Aguirre. En un carruaje liviano con buenos caballos llegamos pronto a la región que al igual que Valdivia se comenzó a poblar con colonos alemanes a comienzos de la década del 50. Estos llegaron en esos tiempos al pequeño puerto de Ancud y después de muchas penurias y contratiempos, fueron llevados a Melipulli (Puerto Montt), en donde seguramente más de un corazón, en vista del bos- (170)
que virgen, se ha deshecho de nostalgia por la patria. En nuestro viaje a Puerto Varas, sobrepasamos varias casas y campos ya despejados de sus árboles que en su mayoría consisten en grandes y apreciados Alerces, que no existen en el Norte ni Centro de Chile; éste alcanza un alto de 40 a 48 metros con una circunferencia de más de 5 metros. En el camino paramos y nos subimos a un tronco de alerce, que la voz popular bautizó como "La silla del Presidente" el que en su base tiene por lo menos 5 metros de circunferencia. Con el tiempo crecieron en los pantanos grandes ramas de Arrayanes y Fuchsias en forma silvestre, y sin ayuda de mano humana. Ya oscurecía y el sol poniente atravesaba con sus últimos rayos las verdes cúpulas de los árboles, cuando llegamos a la casa del colono alemán Carlos Wilhelm, un Würten-burgués, el que llegó a la edad de 9 años con sus padres y el que desde su temprana edad ayudó a sus padres en limpiar y labrar su terruño, el que habita actualmente como dichoso padre de familia. La casa está rodeada de un manzanal del que nos cogió lindas manzanas, mientras que sus hijos trabajaban cerca de los colmenares de los que poseía un total de 450. Una vez vuelto a casa, contó sus experiencias y penurias hasta que despejó unas 100 cuadras de terreno y que todavía está destroncando y quemando los restos de árboles. Sus hijos y cuatro hijas mayores le ayudaban en los quehaceres de la casa y solamente en tiempos de cosecha necesitaban ayuda de trabajadores chilotes. En casa de Wilhelm se recibía un buen vaso de Cerveza o leche con un sabroso sandwich, de manera que gustosos hicimos escala para que descansen los caballos, para la segunda parte del camino a Puerto Varas. Por 10 centavos tocan en el Polyphon melodías y valses de la patria, de manera que al poco tiempo Amalia, Luisa, Emma y Paulina bailaban al son de la música con los viajeros, los que el Domingo, después de los oficios religiosos pasaban con agrado a servirse algo. Le preguntamos al señor Wilhelm, sí sus hijos hablaban todavía el alemán, a lo que contestó que muy bien, pero mal el castellano. Nos despedimos del amable señor y su familia y seguimos en oscura noche a Puerto Varas alumbrados a trechos por los troncos que más cerca o más lejos ardían a la vera del camino. Llegados a Puerto Varas alojamos en el hotel de don Celestino Hofmann, donde nos sentíamos como en la patria, pues todos los huéspedes en la sala de billares, como en el comedor, hablaban en alemán, como también por supuesto el hotelero. Puerto Varas se encuentra al sur del Lago Llanquihue y tiene 600 habitantes; al norte de la La- (171)
guna se encuentra Puerto Octay y al oeste Frutillar, todos con habitantes alemanes o descendientes; entre estos lugares y alrededor del Lago se radicaron los colonos alemanes los que casi todos, después de arduo trabajo se encuentran en situación bastante confortable, conservando ellos y sus hijos las tradiciones alemanas. Se supone que son alrededor de 1.000 familias. El 9 de Marzo nos embarcamos en el Vapor "Colonia", cuyo Capitán era el señor O. Scholz, el que aguardaba en el muelle de la casa comercial Chileno - Argentina. Aquí encontramos al señor Adolfo Richter un alemán - chileno de Frutillar, el que juntamente con su buen caballo, ya estaban embarcados. El tiempo estaba precioso y el Lago en calma por lo que emprendimos el viaje con confianza. El capitán Scholz, que antes navegó en Veleros desde Hamburgo, nos comentó que en Invierno se levantan tempestades análogas a las del mar, azuzando las fuertes olas el temporal norte. En total 3 Vapores navegaban el Lago Uanquihue; el Colonia; el Uanquihue, de Schminke y el Santa Rosa, de Klenner, Niklítschek y Cía. La Laguna puede compararse con el Lago de Zurich. (172)
FUENTE:HORN,BERNARDO;KINZEL,ENRIQUE; “PUERTO VARAS 130 AÑOS DE HISTORIA 1952-1983”, IMPRESO EN IMPRENTA Y LIBRERÍA HORN Y CÍA LTDA.